martes, 8 de junio de 2010

Los niños tienen de todo: ¿eso es bueno?

Los niños tienen de todo: ¿eso es bueno?


Creo que muchos padres estaremos de acuerdo en que a los niños no se les debe dar todo lo que nos piden, y, sin embargo, todos caemos en el error de ceder ante peticiones que en principio no creemos oportunas porque nuestro hijo no sea menos que el niño del vecino. Hoy día decimos, a modo de queja, eso de que los niños ahora tienen de todo, pero ¿deben tenerlo?


La presión social, las comparativas, el consumismo creciente,..., pueden condicionar nuestra respuesta, ya que es muy difícil ir contracorriente de las tendencias. Yo, al igual que la mayoría de los padres, puedo exponer mil ejemplos sobre esto. Hace un mes aproximadamente a mi hijo mayor se le cayó su primera muela y el ratón Pérez le trajo una moneda (2 euros), al igual que al resto de sus hermanos que han perdido un diente. Mi hija, algo malintencionada, no dudó en hacer algo de presión para que el Ratón Pérez no fuera "tan rácano" diciendo: "...pues a mi amigo José, le ha traído un billete de 20 euros".



¿Cuánto es la cantidad establecida para el Ratón Pérez tenga un pequeño detalle con el niño a cambio de su diente? ¿Debe ir en proporción al tamaño del diente? ¿O a más edad del niño o tamaño del diente, debe venir más bien el Ratón Rockefeller (primo rico de Pérez)?



A mí me parece que ya pocos niños se conforman con los pequeños detalles, tienen ambiciones mucho mayores, incluso ilimitadas. Si mi amigo ha llevado al cole para su cumpleaños caramelos, yo quiero llevar una bolsita de chuches y un juguetito, si mi amigo invita a toda la clase, también debemos corresponder e incluso aportar algo más y más caro que nos deje por encima. ¿Acaso los niños disfrutan más o son mejores con los excesos? Una celebración más sencilla, al aire libre o en la que los padres nos involucremos en sus juegos, puede ser más divertida y original para ellos. ¡No todo se construye a base de dinero!



Personalmente, creo que es muy saludable, tener algo de austeridad y moderación en nuestros gastos, aunque económicamente podamos permitirnos darles muchas más cosas. Debemos tener claro cuáles son las prioridades, qué es lo que realmente importa. Es mejor que gastemos nuestro dinero en que nuestro hijo tenga una buena educación o formación a que lo hagamos en complacer su último capricho de moda o ceder a un bucle de gastos desmesurado.



Generalmente, somos los propios padres los que generamos esas necesidades superfluas de nuestros hijos, convertimos a los niños en caprichosos y consumistas. La austeridad y control en nuestros gastos, hará que los niños sean más moderados, que sepan apreciar los pequeños detalles, que valoren el esfuerzo y el ahorro, que tengan una mayor satisfacción cuando obtiene algo muy deseado o especial para él... porque "no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita".

perfil del uiniversitario peruano: NO SABEN PENSAR!!!

¡No saben pensar!


Por León Trahtemberg






En la reciente 44 CADE dirigí una mesa de diálogo con Franco Giuffra (BCP), Patricia Salas (CNE) y Gustavo Yamada (CIUP) sobre las brechas entre el mercado laboral y la educación. Surgieron cosas muy interesantes.






Por ejemplo, en base a percepciones recogidas empíricamente por cada participante respecto de los estudiantes superiores y egresados de las universidades peruanas, intentamos identificar cuáles eran las carencias o deficiencias que se observaban en muchos jóvenes profesionales peruanos, incluyendo a los egresados de las universidades de élite.






Escucharlo fue chocante para muchos empresarios, cuyos hijos estudian o han estudiado en ellas.






1) Son personas acostumbradas a memorizar, buscar el truco, más que razonar. Buscan el “problema tipo” conocido, que se parezca al problema nuevo. Si no recuerdan la respuesta, no intentan deducirla.






2) No razonan lógicamente, no piensan. Ni bien se les hace una pregunta se ponen a operar, a buscar el algoritmo que dé con la respuesta, como si el lapicero pensara.






3) No leen. La lectura les resulta tortuosa. Se limitan a lo mínimo necesario. Rara vez entienden o usan una metáfora literaria para explicar un fenómeno social.






4) Poca formación emocional para buscar la verdad. Se manejan bajo paradigmas de una cultura del chisme. No dudan, no son escépticos frente a argumentos o consignas que podrían ser discutibles. No acostumbran verificar la información que les da el profesor o que leen en un diario o revista.






5) No saben redactar un ensayo, una memoria, un documento explicativo, una presentación.






6) No tienen cultura general y mucho menos un sentido histórico-cultural para comprender los problemas socioeconómicos. Son demasiado pragmáticos e inmediatistas.






7) Tienen mucho miedo al fracaso, por lo que no se arriesgan a ensayar planteamientos audaces para resolver los problemas nuevos.






8) Son profesor-dependientes. Sin el profesor no saben qué hacer. Además, tienen inculcada la mentalidad del empleado que hace lo que el jefe le indica.






Entre las fortalezas están las conocidas: son ingeniosos, avispados, hospitalarios y cordiales. Sin embargo, eso no alcanza para preferirlos frente a sus pares del primer mundo.






Así, en lugar de que la universidad depure la educación escolar con la que llegan los estudiantes, se limita a perpetuar sus vicios.






Eso, para el siglo XXI que privilegia la capacidad de procesar información para crear nuevos conocimientos, deja a muchos de nuestros profesionales con desventajas descalificadoras

lunes, 7 de junio de 2010

Claves de un matrimonio efectivo




La relación matrimonial es un aprendizaje diario, no una obra terminada. La práctica de estas claves, ayudan a que el matrimonio se convierta en una vivencia armoniosa y de beneficio mutuo.






Es necesario aceptar al otro/a como es, con sus defectos y limitaciones. Los cónyuges perfectos sólo existen en ciencia-ficción. No hacer comparaciones, en la imaginación, con otras personas.


“Tratar al otro/a como quiero que me traten a mí” Se necesita ser paciente y comprensivo, sin irritarse por cualquier motivo. Buen humor sobre todo en los momentos difíciles.


Aquel que piense que tiene la razón, probablemente es que no la tiene.


Cuando hay crisis, conviene “ver” al cónyuge con los ojos de la suegra.


Los problemas, malestares o presiones no justifican el mal humor ni la agresividad.


No esperen que el otro/a cambie: mejor deje las cosas así. El cariño y el ejemplo es la mejor manera de ayudar al cónyuge.


El secreto de la felicidad propia es dedicarse a hacer feliz al otro/a, olvidándose de uno mismo. Es una paradoja.


La fidelidad interior, de pensamiento y deseo, es importante.


Los asuntos de la pareja no se comentan con nadie, bajo ningún pretexto: ni familiares, ni amigos… Si se quiere buscar ayuda externa con alguien en particular, debe existir acuerdo mutuo.


Perdonar significa olvidar, aunque la memoria se resista: el pasado ya no existe.


En las discusiones –si surgen a veces-, se debe evitar cualquier tipo de agresión, procurando no herir ni humillar.


Es muy importante vivir una sexualidad placentera, con ilusión, con novedad, adaptándose a los requerimientos del otro/a. La ternura en las caricias, en el tono de voz y en la mirada deben estar siempre presente.


Cada día se debe manifestar el cariño con alguna acción concreta: algo que le guste a la pareja. Darle al otro lo que espera de uno.


Escuchar el doble de lo que se habla, es la clave del diálogo.


Evitar quejas, lamentos y lenguaje negativo en general. Los temas de conversación no deben estar enfocados a los problemas o dificultades.


Compartir tiempo, ilusiones, retos…une a la pareja. Tener ilusión e interés por las cosas del cónyuge.


Las decisiones se toman en conjunto.


“Ningún ideal se hace realidad sin sacrificio”. El matrimonio se saca adelante con esfuerzo, con empeño: no dejarse engañar por promesas facilistas. El bienestar no es la regla suprema.


A las ocasiones de peleas se les deben buscar soluciones definitivas, no simplemente dejarlas de lado por el momento.


Conviene hacerse cargo -entender- las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y sociales del otro/a.


La relación y los acuerdos se deben basar en un ganar/ganar. Cada uno debe buscar que los dos ganen en cualquier aspecto: en las decisiones, en lo económico, en lo sexual, en el hogar, etc.


Cuando no existe la decisión radical de sacar el matrimonio adelante, se vive en una incertidumbre e inseguridad total, pues se sabe que en cualquier momento se puede romper la relación.


Cuando uno está alterado, el otro/a debe mantener la calma por encima de todo.


Conviene respetar los espacios del otro/a, tanto en el orden físico como de tiempo, de personas, familia, etc.


Construir amistades con matrimonios que concuerden con el estilo familiar que se desea. Tener buenos amigos, que aporten al crecimiento familiar.


Debe existir un Proyecto Familiar, es decir una idea de qué tipo de familia se quiere construir, sobre qué valores, cuáles son las cosas no negociables…Cómo esperan celebrar las Bodas de Oro… Cómo van a armonizar lo personal, familiar y profesional. Se construye entre los dos.


“O soy parte de la solución o soy parte del problema”. La solución está en los dos, pero si uno cambia está ayudando a que el otro cambie también.


Cada uno debe hacer sentir a su cónyuge importante a los ojos de los demás.


No importa ser muy distintos, lo importante es respetar la otra forma de ser del otro/a. Aceptar las diferencias de carácter, de competencias, de ritmo de trabajo, etc.


No tome las cosas como algo personal. Más bien piense que eso que le molesta es un rasgo de la personalidad del cónyuge, con el que debo aprender a convivir.


Una pareja se diferencia de un matrimonio en que éste asume el compromiso de poner todos los medios para superar las dificultades y crisis que surjan. Además, si es por la Iglesia, Dios se compromete también a ayudar.


La vida debe ser divertida: distracciones, descanso, planes… Una mini Luna de miel, cada mes.


“Familia que reza unida, permanece unida”.


Tener intereses variados -culturales, artísticos, deportivos, etc.- enriquecen las conversaciones y la vida de familia en general. Vivir lo que se quiere para los hijos.


“Enamórate y no lo/a dejarás”, “No lo/a dejes y te enamorarás”.

jueves, 3 de junio de 2010

NUESTRO DESAFIO :SER MADRES HOY, Y DE LAS BUENAS.



Desafío de hoy, ser madre con estilo propio




No existe la madre perfecta, pero hay muchas de maneras de ser una buena madre.


Contactarse y encontrar un estilo propio de ser mamá, es un gran reto, pero a la vez, un gran triunfo, porque implica encontrar un camino de mayor autonomía y libertad.


Estar disponible, saber escuchar y entender lo que los hijos necesitan es fundamental. En cada etapa de la relación madre-hijo(a), las situaciones, las tareas, las relaciones son diferentes a eso se le suma que uno como persona también va cambiando: creciendo y aprendiendo por la experiencia.


Nada mejor que experimentar sabiendo qué etapa se vivirá según la edad de los hijos: La mamá con guagua o hijos pequeños: en el primer año de vida, los hijos dependen muchísimo de su madre, necesitan recibir toda la ayuda, sostén y contención. Es un período difícil en el que muchas madres se sienten sobrepasadas y, a veces, se hace difícil hablar de lo compleja y confusa que puede resultar esta etapa. Existe una tendencia a conservar una imagen idealizada de la maternidad, un modelo de madre feliz, con poco permiso para aceptar las dificultades.


Las mamás se sienten “malas madres” por sentir ambivalencias, rabias, impaciencias e incluso cansancio. Puede aliviar la tarea el compartir con pares, otras madres y parejas, amigos, que estén o hayan pasado por lo mismo. Estando siempre alerta, para ir delimitando lo que se ajusta a uno como persona, a la personalidad del niño, al tipo de familia que se está construyendo y al momento que se está viviendo.


La mamá con hijos adolescentes: a partir de los once, doce años comienza una etapa de gran rebelión. El niño y la niña comienzan a salirse de los modelos establecidos. Predomina el deseo de imponer la propia voluntad y ‘despegarse’ de los padres. Los jóvenes investigan y prueban nuevas formas., en la búsqueda de la diferenciación y del "yo" aparecen las críticas despiadadas hacia la mamá: la madre ya no es más el modelo a seguir. Desafiantes, alegadores, contestadores, en busca de su manera de estar en el mundo, los adolescentes desafían a las mamás.


Asimismo, esta etapa, por lo general, coincide con la crisis de los cuarenta de la madre, en que comienza a notarse el paso del tiempo. Las mujeres reevalúan su vida de acuerdo a objetivos, logros y expectativas, se preguntan que han hecho con su existencia. Entre los 40 y 50 años de la madre y los 15 y 16 de los hijos se mueven dos generaciones; tanto las madres como los hijos están en un período de evaluación de la vida. Conciliar estas dos travesías es complejo, pero constituye una posibilidad de fuerte empatía. Es muy importante que como mamás, abramos la puerta para que nuestros adolescentes, busquen lo más autentico de sí mismos.
Ver a los hijos crecer, separarse, diversificarse, puede ser, a veces duro, pero es un aspecto fundamental del proceso de búsqueda de identidad, ocupación fundamental en la adolescencia; tarea y responsabilidad que dura toda la vida.


El estar conectada con las necesidades de otros, es muy importante en la maternidad. Para ser una madre conectada, es fundamental una madre interna que pueda cuidar las propias partes infantiles, estando alerta a lo oportuno de cada momento, conforme a quien soy hoy.


Este puede ser un buen día para preguntarse de qué manera necesito ser celebrada, qué quiero, qué preciso.



sábado, 15 de mayo de 2010

PARA UN EMBARAZO FELIZ

Diez consejos para un embarazo sano y feliz



     Para tener un buen embarazo no sólo hemos de fijarnos en la salud física. Estar sana es fundamental en estos momentos, pero también estar mentalmente tranquila, preparada y feliz. Por ello vamos a dar diez claves para un embarazo sano y feliz, en el que mente y cuerpo se combinan en armonía para dar la bienvenida a un nuevo miembro en nuestras vidas.


1.-Comer y beber sano durante el embarazo


La dieta ha de ser variada y equilibrada. Lo importante es tomar alimentos ricos en nutrientes y vitaminas como ácido fólico, hierro, calcio y yodo, pero no en grasas. La dieta ha de ser variada a base de verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, sin olvidar el aporte diario de proteínas de carne y pescado.



Una dieta sana icluye mantener una hidratación correcta. Beber la suficiente agua y leche que nos aporte calcio es fundamental. También podemos tomar zumos, mejor naturales y no azucarados. Por supuesto, olvidémonos de las bebidas alcohólicas y del café.


2.-Tomar los suplementos vitamínicos recomendados


Para complementar una dieta sana el médico nos recomendará determinados complementos vitamínicos que incluyan ácido fólico, junto a otros suplementos vitamínicos y de minerales también beneficiosos para el embarazo, como hierro, yodo, calcio… De este modo ayudamos al feto a desarrollarse adecuadamente evitando carencias que podrían causar complicaciones tanto para el bebé (bajo peso, espina bífida…) como a la madre (anemia, preeclampsia...).

3.-Realizar ejercicio durante el embarazo


Para nuestro bienestar y una ganancia de peso ideal es fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestro estado. Ya sea natación, yoga, caminar, el método pilates...


Mediante la realización de un ejercicio moderado y constante conseguiremos que mejore nuestra condición cardiovascular y muscular y favoreceremos la corrección postural. Todo ello proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.



4.-Acudir a las visitas médicas


Visitar periódicamente al ginecólogo para hacernos las pruebas correspondientes y obtener una asistencia prenatal adecuada. Así haremos un seguimiento tanto de la salud del bebé como de la nuestra, teniendo la posibilidad de consultar al especialista todas nuestras dudas y temores, así como hablarle de nuestro plan de parto. Las pruebas prenatales nos aportarán tranquilidad, nos ayudarán a “acercarnos” al bebé y con las ecografías tendremos sus primeras imágenes para el recuerdo.

5.-Usar una ropa adecuada


Debemos llevar ropa cómoda (incluidos los zapatos), adecuada al aumento de peso y volumen que experimentamos. Ello ayudará a que la sangre circule mejor, a que nuestros movimientos sean correctos y no forzados y a que la piel se mantenga sana. No se trata de ir vestidas como sacos de patatas, ya que afortunadamente estar embarazada ya no está reñido con ir a la moda, y muchas tiendas venden bonitas prendas premamá. Los tacones pueden esperar, pero sentirnos a gusto y guapas con un “envoltorio” bonito favorece un bienestar psíquico importante en estos momentos.

6.-Mimar nuestra mente durante el embarazo


Si dedicamos tiempo a cuidar nuestro cuerpo, también hemos de guardar tiempo para nuestra relajación y el cuidado de nuestra mente. No sólo el cuerpo está más vulnerable durante el embarazo. Buscar nuestra tranquilidad y hacer ejercicios de relajación en casa nos ayudarán a sentirnos mejor. No hemos de aparcar las actividades que nos gustan como ir al cine, leer, salir al campo, manualidades…



7.-Cuidar nuestra piel


Durante el embarazo es fundamental aplicarnos cremas solares protectoras para evitar las manchas en la piel y las quemaduras. Debido a la acción de las hormonas, la piel de la embarazada sufre alteraciones como la hiperpigmentación. También son importantes las cremas antiestrías, que previenen la aparición de esas cicatrices con el estiramiento de nuestra piel, con especial atención durante los meses finales, cuando la piel se estira a ritmo muy rápido.



Hidratar todo el cuerpo tras el baño o la ducha nos regala un momento de relajación. Los masajes suaves tras el ejercicio nos ayudan a sentirnos mejor. Por supuesto, la hidratación externa hay que complementarla con la interna, bebiendo abundantes líquidos como ya hemos comentado en el punto referido a la nutrición. Todo combinado hará que aumente nuestro bienestar al sentirnos más cuidadas y guapas.



8.-Un buen descanso durante el embarazo


Dormir y descansar lo que nos pida el cuerpo es muy importante. El cansancio y el sueño pueden acompañarnos desde el primer momento como uno de los primeros síntomas de embarazo, y con suerte irán desapareciendo. Pero es más que probable que volvamos a sentirnos muy cansadas y somnolientas en la fase final del embarazo. Es lo que el cuerpo necesita, y debemos escucharlo, descansando en la medida de lo posible, sin olvidarnos de que el ejercicio moderado hará que descansemos y durmamos mejor.


9.-Las clases de preparación al parto

Asistir a las clases de preparación al parto puede resultar muy beneficioso tanto para nuestra salud física como mental. Relacionarse con otras embarazadas y compartir experiencias abre nuestra mente al descubrir que no somos las únicas que tenemos dudas o temores.


También nos sirven para adquirir conocimientos y consciencia sobre los cambios en nuestro cuerpo, conocer conceptos sobre las fases del parto, la higiene del bebé o la lactancia nos ayudarán a sentirnos más preparadas para los cambios que se avecinan. A través del conocimiento se genera una autoconfianza importante gracias a la seguridad, y el ser padre empieza a vivirse ya. En la medida de lo posible, es bueno compartir estas clases acompañadas por la pareja.



10.-Comunicarnos con el bebé


Hablarle al bebé, comunicarnos con él, ponerle música, hará que lo sintamos más cerca, preparándonos para el momento en el que realmente llegue a nuestros brazos. Conocer cómo va siendo su evolución mes a mes, cómo va creciendo en nuestro vientre, escribirle alguna carta, llevar un diario de nuestro embarazo, responder a sus pataditas…

Todas estas sencillas actividades lograrán que la vida que se gesta en nuestro seno nos llene más de vida a nosotras. Las posibles molestias de nuestro embarazo se olvidan en estos momentos de comunicación.

No lo olvidéis, para tener un embarazo sano hace falta un embarazo feliz. Hemos de cuidar mente y cuerpo en esta etapa tan delicada de nuestra vida, cargada de emociones y sensaciones a veces contradictorias. Espero que estos consejos para lograr un embarazo sano y feliz os animen a afrontar esta etapa de vuestras vidas con un talante optimista y lleno de vitalidad.







salud materno infantil

Pese a que cada historia es distinta, hay un elemento en común: la importancia fundamental de la salud maternoinfantil para nuestras familias, comunidades y sociedades. En un mundo en que cada año más de medio millón de mujeres muere en el parto y cuatro millones de recién nacidos no superan el primer mes de vida, estos relatos pretenden hacer tomar mayor conciencia de los problemas a que debe hacer frente la comunidad mundial para mejorar la salud de las madres y los recién nacidos.